martes, 26 de octubre de 2010

ELIMINAR NUESTRO MUNICIPIO

¿ELIMINAR NUESTRO MUNICIPIO?


Acabar con los municipios es acaso uno de los últimos pasos hacia la pérdida de nuestros derechos y de nuestra paz como ciudadanos. Como seres humanos vivimos, celebramos y padecemos con nuestros más cercanos vecinos. Las principales cosas que nos restan o suman calidad de vida se encuentran allí, a la vuelta de la esquina, en la plaza de enfrente, en la casa de al lado, en nuestro patio, en la cuadra donde se ubica nuestra casa. Cualquier evento que afecte esos factores tan cercanos nos afectará inevitablemente a cada uno de nosotros. La propuesta de reforma al artículo 168 plasmada en la que ahora llamamos La Perpetua nos sobrecoge hasta el punto de la indefensión.
 Queridos Hatillanos cuando en un pasado reciente celebramos la llegada de la descentralización, y con ella de nuestro municipio, sentimos por primera vez que ese Gobierno y ese Estado que pintaba tan lejano comenzaba a transformarse en algo cotidiano, próximo y que nuestra voz y voto cobraban valor y nuestros reclamos conseguían un asidero expedito. En países como Alemania, por ejemplo, la descentralización es tal, que casi podría afirmarse que son los vecinos quienes deciden su presente y su futuro como miembros de una comuna, de una municipalidad. ¿Qué se pretende entonces al proponer que los consejos comunales tomen prácticamente el control de nuestros municipios? Aunque suene muy bien en los oídos de cualquier incauto, a nuestro modo de ver, esto: fomentará la mediocridad en el manejo de nuestros recursos cuando individuos interesados solo en delatar al que disiente y no en resolver con políticas públicas, tomen las riendas de nuestra vida comunitaria y de nuestro apreciado Municipio. Eliminará la autonomía que tantos años de limbos jurídicos y políticos nos costó conseguir. Nos ahogará el déficit de recursos necesarios para resolver nuestros problemas más cercanos pues la asignación de dinero dependerá del gusto, ánimo, discreción y ganas de una sola persona ( El Presidente Perpetuo).
  Nos alienta el hecho que los llamados consejos comunales se acerquen para enriquecer la vida comunitaria pero con propuestas ajenas a la política, sin odio, sin discriminación, sin la intriga propia de quienes han practicado el comunismo en todas sus formas y solamente consiguen descalificar y no construir sobre sanas bases. Tú vecino, hatillano, amigo, venezolano, residente……antes de ser ciudadano de un país, eres ciudadano que vive en un edificio o en una casa, en un barrio, en una urbanización, en un sector que siente y palpita con sus propios problemas que ameritan sus propias soluciones. No nos dejemos uniformar, defendamos la autonomía pero no para dividir –como pretende hacer ver el gobierno- sino para hacer de cada uno de nuestros municipios, los mejores del país. Son esas pequeñas cosas las que engrandecen una nación. Comencemos pues defendiendo nuestro derecho a   decidir cómo queremos gerenciar nuestra comunidad hatillana y no nos dejemos imponer esta suerte de intoxicación socialista del siglo XXI. ¿Quién barre tu casa, quién hace el mercado de tu hogar, quién decide cómo se vive dentro de tu casa? ¿Tú o un extraño? Este municipio es, entonces, el anexo de nuestros hogares. ¡Defendámoslo!


... DEL ESCRITORIO DEL CONCEJAL LEANDRO PEREIRA.. PUBLICADO EL 02 DE NOVIEMBRE DE 2007



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